Gradas vacías

Este fin de semana se ha podido constatar una vez más en la mejor liga dermundo los dos polos opuestos con los que juegan las instituciones balompédicas en este país. De un lado, el sábado a más de 30 grados se jugó un partido soporífero con alto riesgo para los aficionados (sí, esas personas que van a un estadio a ver algo parecido a un partido y que les importa un mierda a los dirigentes), parecía que el diablo vestía de blanco: lipotimias, gente atendidas por golpe de calor, etc.

No sé hasta que punto llegaron las denuncias del Sevilla para que el encuentro no se disputara a esa hora, tampoco hay que ser un gran conocedor de la ciudad como para saber que en septiembre la calor sevillana no invita a jugar ni a presenciar un partido de fútbol, como consecuencia el pobre aficionado sólo tuvo la salida de emergencia del descanso.

Y ayer en Barcelona presenciamos la otra cara (dura) de la moneda. Un equipo que se cree capaz (por el poder que le han dado las instituciones) de dominar por su cuenta y sin riesgo los resortes de una competición: ahora juego, ahora no, ahora sí hay seguridad, ahora no tanta y así se pasaron unas horas en la que todos esperábamos la derrota y 3 puntos menos del Barça como es lo normal en estos casos (risas). Ya les pasó hace varios años cuando se negaron a jugar la Copa del Rey y les sancionaron con no jugarla al año siguiente (ah no, que tampoco).

Debe ser que la independencia les llegó ayer a eso de las 16h y se creyeron con derecho de hacer lo que le venga en gana (aunque para eso no le ha hecho falta ningún referéndum, porque llevan años moviendo sus hilos y los de los demás). El caso es que el partido se jugó con las gradas vacías, dejando a los aficionados sin poder decidir.

Esperemos que desde el Sevilla se pongan manos a la obra desde ya para que la dantesca situación del sábado no se vuelva a repetir, que alcen la voz donde haga falta, porque entre unos y otros están alejando a la gente de los estadios, les están achicharrando donde más les duele mientras otros ven desde el palco sin el sudor de su frente cómo los grados vencen a las gradas.

Foto principal: Sevilla F.C