Bajarse de las nubes



No hay nada mejor que un jueves agrio y gris para quitarte de un soplido ese azucarillo ingrávido del liderato y que te baje de las nubes.

Eso ocurrió ayer en Lieja, partido anodino e insípido de un Sevilla poco reconocible, distraído tal vez en su quehaceres domésticos y que jugó como el que pasea por el parque con temor de pisar donde no debe para así no causar molestias. Fuen un equipo insustancial, desposeído de su gen competitivo, tal vez cansado, tal vez buscando por alguna esquina el respeto que se le debe por ser pentacampeón de Europa.

Pero el respeto se deja en el campo, con intensidad, ganas y actitud. Da igual que hayas ganado 5 o 10 títulos, que te llames como te llames, que seas líder, eso da igual. Cada partido te va a medir el respeto que te tienen que tener, la responsabilidad del otro a ganarte, tu obligatoriedad de imponerte por tener más calidad que el contrario.

Ahora todo se deja a un partido y volvemos a lo que hemos dicho por estos lares varias veces, qué nos gusta pasear por el fino hilo de la épica, por la vertical que separa el cielo del fuego, qué gusto da cuando no caes a la red y te inunda la heroicidad de poder con todo. Pero cuidado porque la adrenalina de jugar en el alambre contiene sus riesgos, los cuales no podemos poner sobre las cuerdas en la fase eliminatoria. 

Será Nervión quien decida, otra vez Nervión vestido de gran noche, de nuevo el sevillismo en pie y esas hormigas en el estómago que se han acercado demasiado pronto este año. Así que, gargantas afiladas, banderas encendidas, que sea la primera de todas las noches.


Foto: Efe. Diario de Sevilla.

Entradas populares de este blog

Entrevista a Nacho Mateos (2023)

Entrevista a Jose María Aguilar (Fabrizio)

Sevilla de clase alta. Betis de trabajadores.

El escudo del Sevilla FC

Los abonados de la #AltaNorte