Las pilas del juguete
Mañana se reanuda la competición de este deporte que se jugaba antiguamente con aficionados en las gradas y que a partir de ya será alentado por un público de plástico y enlatado. Será como esas risas de las series de la infancia, esta vez un grupo de directivos de no sé qué cadena te dirán en que momento tienes que animar, sonreír o enfadarte.
El fútbol sin público deja de respirar. Pierde su poder, su vida y su sentido original. Seguramente no había otra forma de volver y siendo una máquina tan grande, era imposible dejar todo parado hasta la temporada que viene. Había que ponerle las pilas al juguete como fuera y que comenzara a carburar esa niebla espesa que sirve de cortina para tapar otros asuntos más importantes.
El hecho es que mañana se jugará un derby raro, sin ambiente, sin ganas y con mucho que perder. El Betis se juega la temporada, su gran logro sería ganarnos y nosotros apuntillar un puesto de Champions sin la gasolina de la grada.
Tiempos nuevos, tiempos extraños.
Foto. Estadio deportivo.