F.C Dnipro - Sevilla F.C: La herencia recibida
Cuando uno sueña siempre lo hace a lo grande, con historias inmensas que tienen finales apasionantes y felices. Uno tiene utopías que sangran por los agujeros más minúsculos de la piel y que se convierten en imposibles al llegar a la vida real. Uno podía soñar con ver a su equipo del alma ganar algo, una copa del Rey a lo sumo, llegar a un final de un torneo nacional porque pensábamos en pequeño y nuestra frontera eran unos octavos o cuartos de final de UEFA. Se nos caían los sueños por el desfiladero más cercano del estadio Ramón Sánchez Pizjuán cada vez que terminaba una temporada o una eliminatoria y volvíamos a ser los mismos de siempre y sin nada que llevarnos a la boca. Pero se iba fraguando una herencia, se iban transmitiendo unos valores, una humildad, una heroica, un sin vivir. Íbamos inflándonos de satisfacciones enanas que eran un mundo para nosotros, sentíamos por dentro lo mismo que sentíamos años atrás pero multiplicado por mil. Abríamos las ventanas y salían bocanad