Nos odian luego ganamos
Después del episodio de ayer con la cruel entrada de Djené a Ocampos ha vuelto a reverberar el tan manido odio al Sevilla que lleva instalado en nuestras entrañas desde que, como mínimo, a Caparrós le dio por hacer un equipo rudo, malencarado y temido.
Y aunque ambas época se bañan en distintas aguas, hoy resulta que ese odio se ha extendido por varios de los confines peninsulares para mayor gozo nuestro.
Porque a saber: Osasuna, Getafe, Villarreal, Valencia, At.Madrid, prensa capitalina incluida, nos odian en la misma proporción que les ganamos o eliminamos algún día. Y dentro de ese odio hay lascas de envidia. Y eso por no hacer acopio de odios locales y regionales. El odio también tiene clases y nosotros elegimos si hay días que preferimos que nos odien los del norte y los menos que nos odien los de aquí, aquellos que son más de otros que de ellos mismos.
Nos odian porque ganamos, porque no necesitamos ser el payaso del circo, ni los graciosos de turno, eso ya lo hacen bien otros.
Como dice nuestro himno "su madre fue Sevilla y le prestó su nombre" que entre líneas quiere decir: para querernos ya estamos nosotros y para defender esta bendita locura de manipulaciones y rebuznos capitalinos.
Habrá otros que caigan más simpáticos, pero aquí nadie ha venido hacer amigos, aquí el tema consiste en ganar, ganar y ganar y si eso conlleva más odio, encantados de transmitir ese virus por las entrañas del sevillismo. La vacuna está inoculada de origen.
Foto: mundo deportivo