Don Joaquín Caparrós Camino


 

De ente todos los entrenadores que se han sentado en el banquillo del Sevilla Fútbol Club, hay uno que destaca para todo el sevillismo por la huella que dejó y ser el entrenador que transformó la realidad del club.

Joaquín Caparrós nació en Utrera (Sevilla) el 15 de octubre de 1955. Fue canterano infantil del Sevilla FC pero sus padres tuvieron que emigrar a Madrid. Allí, fue jugador del Leganés en la temporada 77/78 y del Real Madrid Castilla. Con 26 años comenzó su andadura como entrenador en el San José Obrero de Cuenca, ciudad donde se encuentra el Campo de Fútbol "Joaquín Caparrós Camino".

Tras pasar por varios equipos de Castilla La Mancha y Extremadura, es fichado en 1996 por el R. C. Recreativo de Huelva, que entonces militaba la 3ª categoría (2ªB). Entrenando 140 partidos, ganando 61, empatando 44 y perdiendo 35. Con estos números consiguió ascender a Segunda División. Fue entonces cuando el Villarreal CF lo fichó en 1999, pero sólo estuvo 7 encuentros.

En verano de 2000, con un Sevilla en verdadera ruina económica, fue llamado por el presidente Roberto Alés y Monchi, que estrenaba cargo de Director Deportivo y a quien le encomendó construir un modesto plantel, que fuera austero (la de los jugadores de los veinte duros) y que pudiese competir para ascender a primera división cuanto antes. El acierto fue total. El Consejo de Administración de Roberto Alés estaba integrado también por José María del Nido, Pepe Castro y José María Cruz, entre otros. 

En aquella temporada 2000/2001 se hizo una transformación de la plantilla. El Sevilla tuvo que vender lo poco valioso que tenía: Carlos Marchena al SL Benfica por 5,70 mill. €, Jesuli al RC Celta de Vigo por 5,10 mill. €, Juan Carlos al Atlético de Madrid por 3,60 mill. € y Vasilis Tsartas al AEK Atenas FC por 3,50 mill. €. Además de Quevedo, Moya, Héctor, Valencia o Hibic, que tampoco continuaron.

A aquella plantilla con jugadores icónicos como Prieto, Nico Olivera, Inti Podestá o Marcelo Otero se incorporaron 12 jugadores prácticamente a coste 0: Pablo Alfaro, David Castedo, Javi Casquero, Antonio Notario, Tevenet, Diego Rivera, César, Loren, Taira, Puli, Míchel y Frode Olsen (aunque estuvo cedido el año anterior). Y debutaron, ojo con esto, Paco Gallardo, Antoñito y José Antonio Reyes.

 Aquella temporada tuvo partidos icónicos como el 1-3 en Heliópolis o el partido contra el Tenerife con aquel gol de Podestá que nos dio el ascenso matemático. El Sevilla quedó campeón de segunda división con 80 puntos, 5 más que el segundo, el Betis, y 6 más que Tenerife y Atlético de Madrid. Pero los colchoneros tuvieron que pasar otro año más en aquel infierno.

Joaquín Caparrós consiguió buenos números en todas las temporadas que dirigió a nuestro club. Siendo el entrenador que más partidos oficiales ha dirigido: 241 y el que más victorias ha conseguido: 111. Y los derbis, por cierto, no se le dan nada mal...

2000/2001: 80 puntos. 1º puesto. Ascenso a primera división.
2001/2002: 53 puntos. 8º puesto. A 6 puntos de Europa.
2002/2003: 50 puntos. 10º puesto. A 6 puntos de Europa.
2003/2004: 55 puntos. 6º puesto. Clasificación a la Copa de la UEFA
2004/2005: 60 puntos. 6º puesto. 2ª clasif. consecutiva a UEFA (A 2 ptos de Champions)

Pero, sin ninguna duda, de entre todas esas temporadas -además de agradecerle entre comillas que no nos metiera en Champions en 2005 y nos clasificara a la UEFA que ganamos en 2006- hay que reconocerle el temporadón que nos cambió la mentalidad a todos:

LA TEMPORADA 2003/2004

Probablemente la más importante del siglo XXI porque es el ejemplo perfecto de lo que significó ese "Salto de Calidad" que decía Del Nido con la llegada, principalmente, de Darío Silva. Aquella plantilla la componían: Aitor Ocio, Antonio López, Antoñito, Baptista, Bezares, Caballero, Carlitos, Casquero, Daniel Alves, Darío Silva, David, Esteban, Gallardo, Hornos, Javi Navarro, Jesús Navas, Luis Gil, Magallanes, Marañón, Marco Navas, Marcos Vales, Martí, Njegus, Notario, Óscar, Pablo Alfaro, Podestá, Puerta, Redondo, Reyes, Sergio Ramos, Torrado y Víctor Salas.

De aquella temporada hay que destacar tres fechas muy destacadas: 

27 de enero de 2004 
La venta de José Antonio Reyes al Arsenal por un precio récord (35 millones de euros) que sanó las arcas del club pero el equipo siguió rindiendo con la llegada de Antonio López, un jugador de banda con buen centro que aprovechó un Julio Baptista reconvertido a delantero por Caparrós que marcó 25 goles aquella temporada.

11 de febrero de 2004
La semifinal de Copa del Rey contra el Real Madrid (cuando Valdano entró en cólera en los vestuarios de los árbitros porque habían expulsado a Zidane). Esa fase de Copa no la habíamos vivido en muchísimos años y nos ilusionó a poder jugar otra final. No pudo ser, a pesar de competir muy bien aquella vuelta. Pero nos abrió el gusano a un Sevilla grande.

23 de mayo de 2004
El partido contra Osasuna en el Ramón Sánchez-Pizjuán en el que dependíamos de nosotros mismos para jugar la Copa de la UEFA. Ganamos 1-0 con gol de, quién si no, Julio Baptista en un partido durísimo. Donde los jugadores de Osasuna lucharon más que jugaron. Y donde las tanganas fueron casi lo más destacado de los últimos minutos del partido.


Quiero destacar esa temporada porque reforzó el Sevilla que nos hizo grandes poco después: el vender para crecer, el luchar contra los más grandes y conseguir los éxitos a partir de una unión inquebrantable con la grada. Aquella temporada de Joaquín Caparrós fue importantísima y cumplió con su sevillismo aquel "Los grandes logros tienen sus cimientos en la consecución de los pequeños. ¡Es mejor ir paso a paso!" que nos llevó lejos.

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