R. Valladolid - Sevilla F.C: Ya va siendo hora.
Regresa la competición liguera después del parón por los compromisos internacional. Un retorno que esta vez es en Valladolid, es decir, fuera de casa lo que en el último año ha sido sinónimo de empate o derrota.
Pucela es otro de los estadios propicios para romper ese malfario. El equipo de Juan Ignacio Martínez sólo ha ganado un partido en lo que llevamos de liga, se presenta, al igual que nosotros, asolado por las lesiones, Óscar, Víctor Pérez, Heinz y Osorio están descartados mientras que Manucho, Sastre o Larsson, salen de lesiones y serán dudas hasta última hora según informa Orgullo de Nervión.
En cuanto a lo que nos preocupa, el Sevilla F.C, ya es hora de encontrar el camino recto y dejar de dar bandazos en el juego. El calendario se ha suavizado en las últimas semanas y hemos conseguido dos victorias y un empate, pero se juega a impulsos, sin rastro de un patrón de juego sólido y eficaz. Se han acabado las excusas, lo dijo Monchi hace varios días, y el equipo tiene que funcionar sí o sí... claro que bien haría el club en investigar el por qué de tantas lesiones, apartado importante cuando se habla de mantener una regularidad. Fazio, Gameiro o Perotti se han lesionado en varias ocasiones, nuestro buque insignia Rakitic, está al borde de la rotura y un sinfín de damnificados que hace imposible componer un once de memoria.
Para mañana hay buenas noticias, vuelven Reyes, Carriço y Vitolo, aunque espero que Emery no cometa el error que cometió con Cheryshev y los saque de inicio, son dudas Rakitic, que debería descansar y Gameiro y Pareja, también vuelve Cala tras su sanción. No es un partido a vida o muerte como para forzar a determinados jugadores y más con un calendario tan exigente como el que nos viene a partir de ahora. Así que aventuarse en un once es poco menos que una osadía. 11 jugadores saldrán mañana a Zorilla, esperemos que con la actitud necesaria para traerse los tres puntos y así derribar una estadística vergonzosa que dura más de un año y que nos está costando demasiados sufrimientos clasificatorios.
Foto de EFE.
