Entrevista a Ángel Osquiguilea

 


Hace poco, publicamos un especial sobre el Himno Oficial titulado "El himno de Osquiguilea", que os recomiendo visitar. Hoy realizamos una entrevista llena de sevillismo al autor de su letra e hijo del compositor.

«La letra debía contener la esencia de las imágenes de los partidos, como destellos de sevillismo dentro de nuestro estadio»


-La música del himno es obra de tu padre, Manuel Osquiguilea de Roncales, en 1983. ¿Fue un encargo o una propuesta al club?

Mi padre, conocido como el Maestro Roncales, músico de profesión, era además pianista del hotel Los Lebreros. Este era un punto de encuentro de jugadores y directivos del club, por lo que llegó a conocer a muchos de ellos. Él ya tenía en mente hacer un himno al Sevilla FC y durante el año 1.982 compuso la música por iniciativa propia. Cuando la terminó, se la interpretó a algunos de los directivos y como les gustara, estos convocaron al presidente Montes Cabezas para que lo escuchara en el mismo hotel. Este se mostró entusiasmado, pues entonces era una novedad, y no tan habitual como en nuestros días. Al presidente le gustó y le dijo a mi padre que “adelante”, que había que componer una letra y producir la grabación.

-Por otra parte, la letra está creada por ti cuanto tenías 21 años. Entre metáforas y otras figuras retóricas escribes "El equipo de la Casta y el Coraje"; inspirado por Pablo Blanco y también se hace referencia a "La escuela sevillana"; creada por Kinké. ¿Qué más nos puedes decir de ese texto?

En mi casa sonaba el himno tocado por mi padre al piano continuamente. Me habló de los planes del club y que tal vez encargaría la letra a alguien reconocido que fuera sevillista. Yo tenía 20 años y le sorprendí cuando le dije que yo era capaz de escribir una. Solo me dijo que el mismo presidente quería que se exaltara “la escuela sevillana” y esa mención fue idea suya. 

Sobre el primer verso, “el equipo de la casta y el coraje”, existe una historia propia. Pablo Blanco vivía en la misma calle que mis padres y me tenía prometida una camiseta, siendo yo adolescente sobre el año 1.977. Me regaló una de algodón, con el escudo bordado y el número 2. Fue algo que también hay que contextualizar, pues entonces no se tenía acceso como ahora a las equipaciones oficiales. Con eso me sentí el sevillista más feliz de todos y convertí a Pablo en mi héroe. 


«Puedo asegurar que no hay nada más grande que sentirse protagonista entre el sevillismo, por el hecho de ser sevillista»


Me encantaba verlo jugar y escucharlo hablar cosas del Sevilla FC cuando a veces nos llevaba a casa en su coche después del partido. Y claro, cuando tuve el papel ante mí, solo tuve que pensar en Pablo para que surgiera el primer verso. “La casta y el coraje” definía a Pablo Blanco a la perfección y no tuve dudas de que si Pablo tenía que estar dentro de la letra del himno, él era eso. Nunca lo supo, porque por mi timidez nunca me atreví a desvelar, pero fue con motivo del 20 aniversario, cuando en un acto organizado por José Miguel Muñoz, director de Estadio Deportivo, por fin se lo pude exponer y quedó profundamente emocionado.

El resto de la letra debía contener la esencia de las imágenes de los partidos, como destellos de sevillismo dentro de nuestro estadio: los jugadores saliendo al campo, las palmas, las banderas, la animación incansable… cosas que pueden parecer comunes a los demás equipos, pero que en nuestro caso se convierten en una seña de identidad única y apreciada en todo el mundo.

Plantilla del Sevilla FC 1983/84

-¿Cómo fue la aprobación del Himno aquel 20 de julio en Asamblea y por aclamación?

Ese julio de 1.983, con mis 21 años recién cumplidos, asistimos mi padre y yo al salón de actos del hotel Los Lebreros donde se celebraba la asamblea anual y en la que los socios tenían que decidir si el himno compuesto por nosotros se iba a convertir en el himno del Sevilla FC. 

La incertidumbre inicial se mezcló con la sorpresa de verme rodeado de sevillistas que portando una octavilla con la letra impresa, me pedían mi firma y me felicitaban por algo relacionado con el equipo de mis amores. No se podía soñar más despierto. Cuando comenzó el acto, se dio paso a la presentación del himno como primer orden del día, sonando en un equipo de sonido gigante ante una audiencia expectante. Al terminar, irrumpió una ovación difícil de olvidar y no se llegó a someter a votación siquiera, quedando aprobado por aclamación, mientras mi padre y yo saludábamos a la concurrencia desde nuestra ubicación en el patio de butacas. Puedo asegurar que no hay nada más grande que sentirse protagonista entre el sevillismo, por el hecho de ser sevillista. Guardo la imagen de D. Eugenio, con su planta majestuosa, bajando del estrado a estrecharme la mano, siendo este el broche de esa jornada y la mejor recompensa por mi labor.


«Tengo compuestas otras letras imaginarias con otras músicas que serían muy emotivas para el sevillismo, porque exploran el lado sentimental y familiar del amor a un club»


-Se estrenó para todo el sevillismo en el partido homenaje a Pablo Blanco, ¿qué recuerdas de ese día y las reacciones de la gente? 

No podía haber quedado mejor marcada la fecha de su estreno. De ello Pablo se siente orgulloso y el final de su carrera como jugador siempre irá unida al estreno del himno, ese que exaltaba los valores de jugadores con casta y coraje, como Sanjosé, Yiyi, Curro, Magdaleno o con arte y filigrana, como Álvarez, Montero, Moisés o Francisco. El himno sonó en varias ocasiones y fue aplaudido en todas ellas. 

Sobre esta experiencia (un profesional y artista contrastado como Javier Labandón ya manifestó lo que se puede llegar a sentir), aplicado a mí, creo que volé por ese estadio durante toda la noche, sin descanso, sin la consciencia del gran valor que ese momento me iba a insuflar para toda mi vida.

El lema "Casta y Coraje" en los asientos del estadio

-Si tuvieras que escribir otro himno en la actualidad, ¿qué dirías que no esté ya escrito del Sevilla FC? 

Es evidente que los tiempos y las personas cambiamos y componer en los años 80, con 20 años no es lo mismo que hacerlo hoy en día y con 60 años. Sobre lo ya escrito, avalo el mensaje y defiendo la vigencia de la letra en toda su extensión, sobre todo cuando se cerró el círculo la mágica noche de Antonio Puerta y por fin “nuestro estadio fue una feria”. 

El formato del himno del 83, cuya solemnidad ya te impone una letra con un mensaje convencional y algo más serio, de alguna forma te limita la libertad de crear y por eso resulta más difícil. Podemos recordar el concurso que hubo en 2.007 para dar letra al himno de España, que quedó desierto. Y retomando la pregunta, tengo compuestas otras letras imaginarias con otras músicas que serían muy emotivas para el sevillismo, porque exploran el lado sentimental y familiar del amor a un club, que es algo tan peculiar -a veces inexplicable-, narrado a través de la línea que es la vida.


«Me duele más sufrir el desprecio, la trampa y la manipulación que nos imponen los equipos poderosos, los medios y los estamentos»


-¿Cuál es tu mejor recuerdo como sevillista? ¿Y el peor?

Sin duda, saber que el eco de las frases de un himno que una vez compuse quedará incrustado eternamente en las gradas del templo de Nervión. Pero aparte de esto: Sin duda, el Sevilla 2 R. Sociedad 1 (en la 79/80), cuando se logró vencer al líder imbatido, después de sufrir las expulsiones simultáneas de Pablo Blanco y Juan Carlos. Más allá de marcar Bertoni en inferioridad -con el lógico estallido de júbilo de todo Nervión-, conservo el compendio de sevillismo que se vivió esa tarde durante la media hora que estuvimos con dos jugadores menos. Se pudo fraguar toda la letra del himno en ese partido, quién sabe, pero lo vivimos como si estuviéramos todos dentro del campo, tirando de orgullo. Sí, lo que más me gusta recordar no son los títulos, sino todos esos momentos en que se antepone el orgullo a la adversidad.

Lo peor, siendo joven, cuando se perdía un partido en casa, era lo peor que me sentaba. Con el tiempo me duele más sufrir el desprecio, la trampa y la manipulación que nos imponen los equipos poderosos, los medios y los estamentos.


«El Sevilla FC está en una posición más modesta pero con unos resultados impresionantes y posiblemente tengamos una plantilla por encima del nivel que nos podemos permitir»


-¿Cómo ves al club y a la plantilla actualmente?

El Sevilla del siglo XXI es un club para estar satisfecho de lo que somos. Cierto que el oportunismo campa por el fútbol a todas horas y hay que ser justos a la hora de analizar palmarés y rendimientos. Aunque se nos haya identificado por ser muy exigentes, no creo que seamos un club de altísimo nivel deportivo en una fase de transición o caída; más bien me gusta decir que el Sevilla FC está en una posición más modesta pero con unos resultados impresionantes y posiblemente tengamos una plantilla por encima del nivel que nos podemos permitir.

-Es cuestión de tiempo el retorno a la presidencia de José María del Nido Benavente, ¿qué esperas de su vuelta?

Más allá de los vientos especulativos, José María es sevillista por encima de todo y preveo su nueva etapa como la anterior: dando intensidad y acierto al modelo de gestión, intentando que se respete al sevillismo por encima de todo e inconformista ante los retos. Ya me ganó cuando llegó a la presidencia y dijo “el Sevilla es un club vivo”: con eso me di por satisfecho, pues todo lo que vino después fue el desarrollo de ese axioma. 

-Y para terminar... resume en una frase o palabra la idiosincrasia sevillista. 

Ser sevillista es respetar la Historia del Sevilla FC y vivir dentro de ella para transmitirla y hacerla crecer.

¡VIVA EL SEVILLA!

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